viernes, 29 de mayo de 2015

A conocer como Cuahutemoc como mandato de su último acto el 12 de agosto de 1521 día Ze koatl

Nuestro sol se ocultó Nuestro sol desapareció su rostro
Y en completa oscuridad nos ha dejado
Pero sabemos que otra vez volverá Que otra vez saldrá Y nuevamente nos alumbrará
Pero mientras allá esté y en la mansión del silencio permanezca Muy prontamente reunámonos y estrechémonos
Y en el centro de nuestro ser ocultemos
Todo lo que nuestro corazón ama
Y que sabemos que es gran tesoro Destruyamos nuestros recintos al principio creador
Nuestras escuelas nuestros campos de pelota
Nuestros recintos para la juventud Nuestras casas para el canto y el juego
Que nuestros caminos queden abandonados
Y que nuestros hogares nos resguarden
Hasta cuando salga nuestro nuevo sol
Los papacitos y las mamacitas
Que nunca olviden guiar a sus jóvenes
Y hacer saber a sus hijos mientras vivan
Cuan buena ha sido ahora nuestra amada madre tierra Anahuac
Al amparo y protección de nuestro destino por nuestro gran respeto y buen comportamiento
Confirmados por nuestros antepasados
Y que nuestros papacitos muy animosamente
Sembraron en nuestro ser
Ahora nosotros les encargamos a nuestros hijos
Que no olviden informar a sus hijos Cuan buena será, como se levantará Y alcanzará fuerza
Y cuan bien realizará su gran destino Esta nuestra amada madre tierra Anahuac
La tradición oral atribuye a este poema como el último mensaje del Tlahtokan (consejero de gobierno) de México Tenochtitlan